Partimos de la imagen de una merienda campestre. Un hombre está dormido sobre el mantel. La cámara se aleja progresivamente en potencia de 10: primero 10 metros, después 100 y así sucesivamente. De tal manera que el mantel pasará a ser un punto, después lo será el parque donde se encuentra, luego la Tierra, el Sistema Solar, la Vía Láctea, el Grupo local... Todo el espacio se llenará de vacío y los pequeños puntos de luz que se apreciaban incluirán inabarcables espacios.
Llegado a un punto de zoom, la cámara vuelve a gran velocidad hasta el mantel y el hombre.
Ahora la cámara se fija en su mano. Y se va introduciendo en ella, también en potencia de 10, de tal manera que nos acerca a las partículas más pequeñas que se pueden alcanzar.
Resultado: los extremos (y buena parte de los intermedios) son similares con extensas zonas vacías llenas de diminutos puntos. Cada elemento que parece compacto se disgrega constantemente, abarcando infinidades o infinitesimal...
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